Escribe


Sientes la falta de práctica. Necesitas volver a escribir. Solo escribir. Sin pensar. Deja que tus sentimientos sean los que guíen tus palabras. Ya corregirás luego, ya te arrepentirás más tarde. Ahora simplemente escribe y no hagas ni pienses en nada más que eso. Vas muy despacio, puedes hacerlo mejor. Que tus dedos se conviertan en una prolongación de tus emociones, ideas y acciones. Únicamente hazlo. Estás volviendo a pensar. Hace mucho tiempo que no lo haces y ya va siendo el momento de recuperar la práctica. Escribir, pensar y sentir como sinónimos. Escribe.

Que las palabras vuelvan a ser ese medio por el que sentirte libre, por el que expresar todo lo que tienes dentro. Eso es todo cuanto quieres. Esa volvera a ser tú mejor terapia. Date la oportunidad de recuperar esa parte de ti que dejaste huérfana. Ningún problema será lo suficientemente grande como para no encontrar forma de expresarlo. Ninguna guerra será lo suficientemente cruenta para no ser contada. Ningún amor será tan salvaje como para no ser descrito. Ninguna decepción será tan dolorosa como para no curar. Que los colores tengan el sabor que quieras darle. Que hasta la felicidad más grande puedas compartir. Volver a tomar de esta medicina que hace cualquier cosa posible. El bálsamo en el que los imposibles no existen.

Hay algo que nunca podrán arrebatarte, el mundo se podrá venir abajo, podrás sentirte solo y abandonado pero aquí encontrarás un refugio; el medio para decirle al mundo eso que sientes. Deja que tu interior vuelva a gritar. Deja de ocultarte ya tras esa máscara construida mucho tiempo atrás. Libérate de cada una de tus cadenas y comenzando así, aprende a soñar. Ve curando poco a poco tus alas y vuelve a volar alto. Vuelve al lugar desde el que una vez caíste. Aprende a ser fuerte y no tengas miedo de hablar. No pienses y escribe. Te puedes llegar a sorprender de los resultados. Solo escribe como lo hacías antes. Escribe. 
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