DomingosDeOpinión: Soledad acompañada en Internet

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"Black Mirror" se caracteriza por ser una serie polémica. Nadie lo puede negar. Aunque ya lo han hecho anteriormente, todos los capítulos de la tercera temporada tienen como objeto definidor la tecnología y los males que puede provocar.

La vida en nuestra sociedad está dominada por las tecnologías de la información (TIC). Dependemos de ella para necesidades que antes no teníamos (porque ni existían, gran éxito del marketing sobre una de sus bases). Es igual que lo que sucedió en su momento con la llegada de la radio o la televisión. De informarnos con los periódicos convertimos a la televisión en un elemento indispensable de nuestro salón. Incluso llega a dominar reuniones familiares o de amigos. 

Hoy su lugar lo van ocupando los ordenadores y las redes sociales. Sobre todo para la llamada generación "millenial", los nativos informáticos. Crecimos con las TIC y nos desarrollamos con ellas aprendiendo a utilizarlas a la vez que aprendíamos otras materias en el colegio/instituto. Las ventajas de las redes sociales son obvias: las distancias ya no existen y todos pueden acceder a ellas (siempre que tengan conexión a Internet.

Sin embargo, los peligros suelen ser ignorados. Que hayamos crecido con las redes sociales no significa que sepamos usarlas de la mejor forma. Hay una serie de pautas que no se deberían olvidar. Lo que compartimos puede acabar en donde menos lo esperamos. Con Internet cualquier archivo puede llegar a cualquier lugar. 

Si en Twitter compartes cada paso que das desde que te levantas hasta que te acuestas quienes te siguen pueden conocer cual es tu rutina. Así, por ejemplo, si alguien que te conoce "en la vida real" desea robar en tu casa solo tiene que esperar a que avises de que vas a salir. La privacidad y la seguridad dentro y fuera de la red hay que cuidarla. La mejor arma es el conocimiento.  

Los riesgos van mucho más allá de eso. Los hay también emocionales. La dependencia que la opinión de los demás puede causar en nosotros. Que la última foto que subiste a Instagram después de haber hecho más de 20 intentos (y a la que le hemos puesto mil filtros) no llegue a un número X de 'me gusta' se convierte en todo un drama. Es el caso de la modelo Essena O’Neil. Abandonó su cuenta para demostrar qué es lo que pasa tras la fachada de perfección. Esto fue lo que dijo en Youtube:

Como afirma ella en el vídeo, vivimos sintiéndonos solos rodeados de personas escondidas detrás de pantallas que se sienten igual de solos. Todos en algún momento nos hemos escudado en el móvil para tener la sensación de que alguien nos escucha. Recordemos qué es lo que nos llevó a empezar en Twitter, Facebook, Instagram, etc. Recordemos cuáles son nuestras pasiones y compartámolas. Hay mucha gente buena en las redes sociales, pero hay que saber encontrarla. Para ello también debemos serlo nosotros.
Essena O'neil no es la única que ha mostrado ese otro lado. El fotógrafo estadounidense Eric Pickersgill publicó la serie "Removed" en la que representa como nos vemos con el teléfono o tablet. Pero, eso no quiere decir que Internet sea malo y haya que evitarlo. Al contrario, solo hay que saber utilizarlo. Las posibilidades que ofrece son demasiado valiosas como el surgimiento de Kiva, una plataforma de crowdfunding para negocios de países pobres. Esa es la razón de la sección TecnoPensamiento de esta web, hay mucho que merece la pena. Me recuerda los motivos para amar la tecnología. 

Las redes sociales tratan de unión, de relaciones humanas, no de odio. Si te gusta escribir, escribe. En Twitter podrás encontrar muchas personas que compartan tu afición y te ayudarán. Te guste lo que te guste no dejes que sea la opinión que otros tengan de ello lo que te domine. ¿Y lo bien qué sienta escribir que tienes un problema con X y que otros te respondan ofreciéndote su ayuda? Esa es la verdadera magia. Tenemos en nuestras manos un aparato muy poderoso, pero no debemos olvidar que quien tiene el poder es quién lo maneja.
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