Seguir aprendiendo


Una vuelta más en nuestra vida. Un final y un nuevo comienzo en el que todo sigue igual. Un día más en el calendario. El cambio de año siempre sirve de excusa para repasar nuestro recorrido. Fijamos unos objetivos que luego nunca llegaremos a cumplir. Es el momento de que las reflexiones se queden en más que palabras. Pero no en el momento de escuchar las campanadas, sino en nuestro día a día. 

Dos mil diecisiete tenía que ser el mío. Esta vez todos mis sueños se iban a convertir en realidad. Pero la vida toma sus propias decisiones. Así en el aniversario de una dura pérdida tuvimos que enfrentarnos a otra, no por esperada menos dolorosa. Hay personas que, aunque no las vieses a diario, su ausencia se siente muy cerca.

Tuve que sufrir el miedo de aquello que no podemos controlar. Dejar en manos de otras personas lo que más te importa y confiar en que todo va a salir bien. Por mucho que supiera con anterioridad que ese momento iba a llegar tuve que sacar todas mis fuerzas para conseguirlo. Todas las dudas se despejan en cuanto recuerdas por qué lo haces. 

En 2017 viví un momento que imaginaba muy lejano. Mi graduación en Periodismo. Con mi timidez dudé mucho si ir o no al acto y, al final, decidí asistir. Tomé la mejor decisión (aunque casi me caigo en el escenario). Fue un día precioso en el que disfruté del amor de haber elegido la carrera adecuada. Meses antes, tuve mi primera experiencia profesional en un Gabinete de Comunicación. Gracias a las grandísimas personas que me encontré allí me pasó algo que nunca había vivido: madrugaba con gusto. No sentía ganas de quedarme un rato más en la cama (soy un ser nocturno). Quería llegar al trabajo y cumplir con mi rutina. Si necesitaba alguna confirmación de haber aceptado la conseguí. Estaré eternamente agradecida por esos meses. También en 2017 cumplí algo que llevaba queriendo desde hacía muchísimo tiempo: pude sacarme el carnet de conducir. 

Por los estudios tuve que dejar durante un largo tiempo mis aficiones en segundo plano. Ahora las estoy recuperando. Intento encontrar el difícil balance que permita seguir con lo que me gusta sin tener que abandonar otras cosas. A veces me gustaría poder vivir más de una vida para perseguir todos mis sueños. Si eso lo haces acompañada de la persona ideal la combinación será perfecta. 

Ha sido un año de movimientos, de centrarse en los estudios y, en los últimos meses, de poder vivir una relación más sana con ellos. Ha habido muchos cambios, pero lo importante permanece. Este año me da seguridad y me asegura que no me estoy equivocando. Entre tantos cambios y dudas es importante tener aspectos por los que apostar. A 2018 no le pido mucho, solo conservar lo poco sin lo que mi vida no sería la misma. En 2018 tendré que seguir conociéndome y afrontar el futuro postuniversitario. No tengo prisa, los mejores caminos son los que se hacen despacio mientras puedes fotografiar el paisaje. 

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