Tan rápido como apareces, desapareces

viaje en globo aeróstatico

Hay personas que llegan a tu vida de repente, cuando menos te lo esperas y se convierten en una parte muy importante de la misma, en un tiempo récord, tanto que te preguntas cómo has vivido hasta el momento sin ellas. Se convierten más importantes en meses que gente que conoces de toda la vida y te hace extremadamente feliz el haber tenido la suerte de llegar a conocerlas. Crees que tú también les importas porque eso es lo que te demuestran o lo que tú crees que hacen y cada pequeño detalle aunque sea aparentemente una tontería te hace sentir como si estuvieras en una nube de la que no te gustaría bajar nunca.

Cuanto más subes más dura es la caída y eso es lo que pasa que terminas cayendo. Esa nube va descendiendo y mientras te vas acercando al suelo, te vas dando cuenta de que todo era simplemente una ilusión, que nada fue real y esperas que la caída sea rápida y lo menos dolorosa posible. Así que intentas colocarte un paracaídas pero quizá ya es demasiado tarde y el golpe sea inevitable. Es en ese momento cuando te sientes como un/a gilipollas por haberle dado más importancia a una persona que no se la merecía o que si la merecía pero no supo entenderte y desperdició la oportunidad. O a lo mejor todo es culpa tuya y de tu orgullo ya que dejaste que todo siguiese su curso natural y le perdías sin intentar evitarlo. Observas como el tren de lo que creías que era la felicidad o de lo que te podía llevar hasta ella se va alejando y se te vuelve a escapar mientras tú te quedas mirándolo pasar enfrente tuya sin intentar volverte a subir a él. 

Lo más triste de esto es que si actúas así una vez puede que en el futuro una historia como esa se repita una y otra vez sino decides cambiar. Pero tal vez aún no es demasiado tarde para que luches, quizá si lo intentas puedas conseguir que esa nube te vuelva a elevar al cielo. 

Es ahora o nunca, si no lo intentas probablemente te arrepientas el resto de tu vida ya que cuando llegue el final de ésta no te sentirás culpable por lo que has hecho o dicho sino de todo lo que por miedo o por  cualquier otro motivo dejaste pasar.
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