Depende de ti

calendario

El mundo continua con su giro imparable mientras, como un pozo sobreexplotado, mi vida hace tiempo que ha dejado de funcionar. Cada día es una prolongación del anterior. El calendario se empeña en engañarme, pero no hay nada con lo que diferenciarlos. Todo parece avanzar mientras soy incapaz de moverme. Sigo anclada en aquel momento. Se fue, no volverá. A veces es difícil aceptar que el pasado siempre estará ahí. Demasiado cerca como para olvidarlo, demasiado lejos para regresar a él. Duele saber que esas personas no volverán. Triste, pero cierto. Demasiado orgulloso para reconocer que estás perdido. Permaneces sentado en el trono de la indeferencia en el que nada te importa, pero te duele. A tu alrededor todo parece cambiar, todo menos tú. Al final sólo serás tú. Siempre sólo y únicamente tú.

Nada cambiará mientras sigas con esa misma actitud. Nunca conseguirás lo que deseas mientras sigas ahí viendo como tu vida pasa sin hacer nada para reconstruirla. Más de una vez te has tropezado, pero sigues aquí. Aunque a veces pienses lo contrario nada ni nadie puede destruirte. Quizá llegues a romperte, pero esos pedacitos en los que te conviertas aprenderán a retomar el sentido de tu vida. De una manera diferente tal vez mejor, tal vez no. Sigue respirando, sí puedes hacer eso aún estas a tiempo de acabar con todo aquello que odias. Siéntete como un buen fotógrafo: dale la vuelta, busca un mejor perfil, un mejor ángulo, una mejor luz... No pares hasta encontrar la foto perfecta, aquella que no te importaría dejar nunca de mirar. Estás vivo, puedes hacerlo. Puedo hacerlo. Podemos hacerlo. Dejemos de mirar atrás y conformarnos, como siempre hemos hecho, con lo que tenemos; ya ha llegado la hora. Sal ahí y demuestra que no eres una oveja más del ganado. Prometo acompañarte hasta el fin.
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