Hoy la protagonista soy yo

teatro antiguo

La analogía perfecta (y una de la más utilizadas) para describir nuestro paso por el mundo es una actuación teatral. Nosotros como buenos actores nos colocamos cada día una máscara para representar nuestro papel. Intentamos hacerlo lo mejor que podemos, como nos han enseñado e intentando no cometer errores.

El problema viene cuando pones demasido empeño en los ensayos, pero sin atreverte a salir a escena. Conoces todos y cada uno de los guiones, hasta el último rasgo de tu personaje y aún así te sientes incapaz de meterte en su piel (en tu propia piel). Como tantas otras veces el miedo se apodera de ti y eres incapaz de liberarte.

Tal vez seas quien mejor preparado está, quien mayor realismo sería capaz de aportar, pero te pierdes tras una barrera insondable. Te quedas parado, miras, observas y aprendes de los que te rodean y aún así nunca lo llevas a la práctica. Escondes todas tus capacidades y te reduces a simple marioneta. Dejas que los demás decidan por ti. Únicamente te dejas llevar.

Ya estoy harta de dejar que todo siga su curso, mientras yo me quedo estancada e incapaz de cambiar. No volveré a permitir a mi subconsciente actuar de igual manera. Ya ha llegado el momento de tomar las riendas de mí misma. Nunca volveré de ser el juguete de nadie. Hoy decidiré yo las reglas del juego.
Con la tecnología de Blogger.