Sigo aprendiendo

libro con corazón

Siempre he pensado que la felicidad es ese estado del que solo eres consciente que viviste alguna vez cuando con nostalgia miras al pasado. Hoy me doy cuenta de que no es así, hoy puedo decir sin miedo que soy feliz y nada ni nadie podrá estropearlo.

He aprendido que por muchos golpes que te dé la vida siempre habrá alguien ahí dispuesto a recogerte (aunque a veces parezca escondido). He aprendido que son muchas las piedras que en el camino te encontrarás, pero con cada una de ellas una nueva lección adquirirás si las sabes mirar bien. He aprendido que si te quedas parado mirando pasar tu vida el único que pierdes eres tú, un tiempo que jamás recuperarás. He aprendido que a veces es mejor llevarse una hostia que quedarse con la duda de lo que podría haber sido y no fue.

He aprendido que quien una vez fue realmente tu amigo lo será para toda la vida sin importar distancias (no solo físicas, de esas otras que son peores) ni discusiones. He aprendido que puedes estar rodeado de personas y sentirte solo y estar con una persona que puede hacer que el resto del mundo desaparezca. He aprendido que aun cuando ni tú mismo eres capaz de quererte habrá una persona que haría lo que fuese por verte sonreír. He aprendido que solo un par de miedos tontos pueden hacer que dejes escapar tus sueños. He aprendido que no hay peor sentimiento que el no sentir nada. He aprendido que el amor existe, y este va mucho más allá que el tener pareja o decir te quiero y que tenerla es maravilloso.

Hoy puedo decir sin miedo que soy feliz porque tengo a mi alrededor a esas personas por las que no hay cosas que no haría, que hacen que los días grises ya no existan. Hoy soy feliz y no me da miedo gritarlo. Soy feliz contigo, con vosotros.
Con la tecnología de Blogger.