Indiferencia

(c) Javier Bauluz
Vemos dolor a nuestro lado pero giramos nuestra vista y nuestros oídos quedan sordos a los gritos de ayuda. Sabemos que hay gente (da igual si cerca o lejos) que lo pasa mal. Sabemos que nosotros también lo pasamos mal en el pasado y lo podemos volver a pasar. Sin embargo, las vendas que nos imponen son más fuertes y acabamos olvidando todo lo recorrido. Si apagamos la televisión (o ponemos el canal correcto) aquellas súplicas quedarán silenciadas por la más grave ignorancia, la fingida. 

Tenemos un escudo demasiado grande que evita que esos niños que se mueren de hambre nos quiten el apetito en nuestras fiestas. Solo cuando algo tan potente e innegable como la imagen de un niño (que podría ser cualquiera) muerto en una playa (de un país cualquiera) sale a la luz nos escandalizamos y a veces hasta nos movilizamos. Pero solo durante los 5 minutos o días que la imagen permanece en nuestra cabeza. Luego la rutina se encarga de que olvidemos todo lo que no ocurre lejos de nuestro entorno. 

Sí, la gente también sufre y muere cerca de nosotros. ¿Pero es eso excusa para cerrarle las puertas a quién solo busca sobrevivir? No nos queremos dar cuenta de que los inmigrantes han tenido que dejar atrás todo cuanto tienen y puede que a todos cuantos tienen, ¿acaso vienen con la intención de robar? Ese poder invisible de las fronteras es el que decide cuando alguien merece ser salvado y cuando olvidado. Tan duro como real para quienes controlan el mundo. 

Decimos estar desbordados y no poder acoger a nadie más. Claro, esto no incluye a millonarios. Estos a fuerza de talonario no conocen líneas invisibles ni justicia. A veces, por un instante, mucha gente a la vez decide reaccionar y ¿qué ocurre? El miedo, el querido aliado del que manda. Cuando muchas personas reclaman que se ayude a los refugiados de la Guerra de Siria se responde con la amenaza de que con ellos se "infiltren" yihadistas. Pero luego no te cuentan cómo nació el ISIS ni quién apoyó su fundación. 

No dejes que controlen tu cerebro una vez más. No te quedes con lo primero que te cuenten. No leas solo un periódico, abre tantos como opiniones. Y así, tal vez, llegarás a conocer la verdad y empezarás a pensar por ti mismo. 

Con la tecnología de Blogger.