Reseña | Virginia Woolf. Vida de una escritora, de Lyndall Gordon

Título: Virginia Woolf. Vida de una escritora

Autor: Lyndall Gordon

Páginas: 464

Editorial: Gatopardo ediciones

Precio: 22.95€


Ganador del Premio James Tait Black Memorial, este estudio sobre la vida y la obra de Virginia Woolf —en una nueva versión revisada y ampliada por la autora— pretende «articular una narración capaz de rastrear —tan íntimamente como permita la autenticidad— el flujo de memoria e imaginación a lo largo de toda una vida, de manera que veamos a Virginia Woolf tal como ella misma se veía», señala Lyndall Gordon. Su infancia, su relación con su padre, su feminismo, su sexualidad y su matrimonio, el círculo de Bloomsbury, sus crisis nerviosas, las convenciones victorianas, la escritura y su relación con la vida, son sólo algunos de los múltiples aspectos que la autora trata en esta obra.


Mi última lectura del #LeoAutorasOct de 2018. La empecé a mediados de octubre y no la terminé hasta finales de noviembre. Pensaba que la acabaría rápido, pero la vida de Virginia Woolf me atrapó de manera inimaginable. Necesitaba leerla despacio. Beber poco a poco de su vida para entenderla y absorberla. Conocer a Virginia Woolf con todas sus aristas.

«”Todos los secretos del alma de un escritor —dijo Virginia Woolf—, todas las experiencias de su vida, todas las cualidades de su mente están ampliamente escritos en sus obras”. Esto es una exageración deliberada, pero, en su caso, nada es tan cierto como su ficción para su experiencia más querida. “Me pregunto —se planteaba— si lo que hago es autobiográfico y lo llaman ficción”. La ficción exagera, por supuesto, y es selectiva, de modo que remontarse desde la obra hasta la vida constituye una tarea delicada, pero algunas de sus novelas, al cotejarlas con sus diarios y memorias, sí revelan los momentos capitales sobre los que giraba su vida. Trataré de seguirlos, no para saber cómo se presentaba Virginia ante los demás, sino para saber cómo se veía a sí misma. […] Sólo escribir, dice Virginia Woolf, podía contener “la síntesis de mi ser”» Virginia Woolf. Vida de una escritora, Lyndall Gordon

Durante toda la biografía Lyndall Gordon conjuga la ficción creada por Virginia Woolf en sus obras con su vida. Trata de encontrar las conexiones. Explicarla a través de la escritura. La importancia de la palabra escrita surgió para Virginia desde que era muy joven. No solo en novelas y artículos. Durante casi toda su vida escribió diarios. Además, se conserva la amplía correspondencia que mantenía con muchas personas. Menos conocida es su afición por las biografías, aunque también las cultivó por tradición familiar.

La obra está basada en diferentes etapas, al igual que en el libro Las olas de Virginia, la biógrafa considera que la historia de una vida pasa por diferentes momentos que nos van modelando. Su infancia y sus traumas, por ejemplo, están representados en Al faro. Todo esto, Lyndall Gordon nos lo consigue explicar, a pesar de que todavía no hayamos leído esas novelas. Ella nos da todas las claves. Refleja como las experiencias personales fueron influyendo en sus novelas. Su literatura está muy relacionada con sus vivencias. Nos introducirnos de tal manera en la vida de Virginia Woolf que pareciera que la conocemos desde hace mucho tiempo. Tal es el halo de intimidad en el que nos envuelve. La comprendemos con su genialidad y sus defectos.

Se trata su relación con el feminismo y con otras mujeres. Eché de menos un poco más de profundidad en estos aspectos, pero entiendo que es difícil abordarlo todo. Es difícil profundizar en 400 palabras en todos los aspectos de una vida. Que me hubiese gustado una mayor profundización no significa que no se traten en muchas páginas. Me refiero a que estos temas me interesan y quiero seguir descubriéndolos.

Cuando lo acabé me sentí vacía. Varias veces consiguió vencer a la enfermedad mental, pero en su madurez se acabó suicidando. Sabía cómo terminó su vida y, sin embargo, no pude evitar llorar al leerlo. Sobre todo, por su intento de que Leonard Woolf (su marido) no se sintiera culpable. Se fue una gran figura, mas nos dejó un gran legado. Necesito sus libros, sus diarios, ensayos y todo lo que nos ha dejado para superar su ausencia. A su vez, también espero seguir leyendo más biografías escritas por Lyndall Gordon (Charlotte Brönte, Mary Wollstonecraft y T.S. Eliot son algunas de las vidas que ha contado).


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