Sin alcanzar Ítaca


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Un final no es más que un nuevo comienzo. Una oportunidad para reflexionar sobre qué es lo que verdaderamente deseamos. Solo que, a veces, no nos podemos tomar ese tiempo y nos quedamos estancados. Nos quedamos varados en lo que fue y nos parece imposible encontrar una salida. Muchos caminos y una decisión que se posterga. 

Ese es el resumen de mi 2018. Un año en el que he cerrado una etapa, pero no he terminado de abrir la siguiente. Amagos de cambios me han dejado en el mismo lugar. Un limbo que parece tragarse todo a su alrededor y no me deja espacio ni para respirar. Hasta esta web, uno de mis principales placeres, quedó en pausa. 

El 2019 me da otra oportunidad. Un nuevo intento para seguir luchando por mis sueños y recordar cuáles son. Un día más del calendario, pero un día que nos sirve para pensar en medio de las prisas en las que vivimos. Tenemos la oportunidad de parar por un momento y mirarnos a nosotros mismos. Ver lo que hemos avanzado y el punto en el que estamos. No tengo grandes deseos para 2019, solo un propósito, seguir adelante y aprender a disfrutar del viaje hasta Ítaca.
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