Reseña | El jilguero, de Donna Tartt

Título: El jilguero

Autor: Donna Tartt

Páginas: 1152

Editorial: Lumen

Precio: 24.90€

El jilguero ha sido galardonada con el Premio del Círculo de Críticos Nacional del Libro en 2013 y con el Premio Pulitzer a la mejor obra de ficción en 2014.

Al empezar El jilguero vamos enfocando una habitación de hotel en Amsterdam. Theo Decker lleva más de una semana encerrado entre esas cuatro paredes, fumando sin parar, bebiendo vodka y masticando miedo. Es un hombre joven, pero su historia es larga y ni él sabe muy bien por qué ha llegado hasta aquí.

Desde que El jilguero fue publicado en España (2014) lo he tenido en casa esperando a que llegase el momento ideal para leerlo. Cada vez que lo seleccionaba entre mis próximas lecturas lo acababa dejando a un lado debido a su grosor. Fueron varias las ocasiones en que estuve a punto de leerlo, pero no conseguía convertirse en mi prioridad. Ese fue el proceso continuo hasta que llegó el #LeoAutorasOct de este año. Retrasaba su inicio por su gran cantidad de páginas y, al final, lo terminé en poco más de una semana.

El protagonista del libro es Theo, pero, en realidad, el verdadero protagonista es un cuadro. Todo el libro gira en torno a qué pasa con una obra de arte. Es el cuadro el que nos va guiando a través de una vida. El arte, en general, tiene un espacio importante en la historia. Ha conseguido que me (re)interese en la pintura. Cuando lo acabéis investigad un poco sobre las obras que se mencionan porque seguro que os puede llegar a sorprender… La elección del cuadro de la portada no es ninguna casualidad.  

El jilguero es la historia de toda una vida. Nos conduce por el crecimiento del personaje principal. Sufrimos con él, crecemos con él, y, sobre todo, queremos aconsejarle cuando toma malas decisiones. Es difícil encariñarse con los personajes cuando intuyes cómo van a acabar. Te sientes más como una madre que quiere proteger a sus pequeños. Estás impotente porque da la sensación de que todo lo que puede salir mal, sale mal. Algunos de ellos los acabé detestando por su creencia de estar en el poder de la razón.

Es una obra de difícil lectura. No porque la prosa sea enrevesada o la autora se prodigue en largas descripciones, nada de eso. La lectura es complicada emocionalmente. En la historia de una vida hay momentos duros, malas decisiones, errores y amor. En El jilguero todo eso está representado. Nos ayuda a reflexionar sobre nuestras propias elecciones. ¿En qué momento algo se tuerce? ¿Son nuestras circunstancias las que nos definen? Estas preguntas solo las podemos responder nosotros. Es nuestra percepción la que nos llevará a la verdad porque no existe una solución absoluta. En el camino hacia el descubrimiento nos deja reflexiones difíciles de olvidar. En ningún momento se condena los comportamientos, simplemente nos los muestras tal y como suceden para que nosotros podamos opinar libremente sobre ellos.

Una vez lo acabé leí algunas reseñas. Este libro es uno de esos que no te deja indiferente. O lo amas, o lo odias. Soy del segundo grupo. Estoy deseando leer otros de los libros de Donna Tartt para seguir descubriendo qué es lo que ha hecho que su nombre llegue tan alto. Una autora que huye de las prisas del mundo editorial. De ahí que solo haya publicado tres obras hasta el momento. Pasaron diez años desde su novela anterior hasta la publicación de El jilguero (ganador del el Premio Pulitzer).