TecnoPensamientos | Metadatos o nuestro rastro digital

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Con el auge del Big Data cada vez los metadatos van adquiriendo una mayor importancia. Tenemos que estar más atentos a lo que compartimos porque sin darnos cuenta estamos dejando información privada al alcance de cualquiera con unos mínimos conocimientos. No solo lo que publicamos de manera consciente sino aquello que eso “esconde”.

Los metadatos se pueden entender como los “datos sobre los datos”. En informática son todo tipo de etiquetas o referencias que se conservan sobre un archivo. Si lo sacamos de lo virtual un ejemplo que se suele utilizar para explicarlos es la relación con una ficha de un libro de una biblioteca. El libro en sí es el dato principal. Los metadatos son todos los campos relacionados con él que se recogen en la ficha: título, editorial, año, autor, etc.

En el ámbito tecnológico estos metadatos recogen muchas circunstancias sobre los contenidos digitales. En una fotografía nos indican cuándo fue realizada, las características de la toma, el lugar donde se tomó (si el dispositivo tiene GPS y este está activado), etc. En un documento de texto nos facilita quién es el autor, cuándo se ha modificado o cuándo fue creado.

En Internet hay otro tipo de metadatos que también aportan mucho sobre nosotros. La investigación “You are your Metadata: Identification and Obfuscation of Social Media Users” como señala Retina de El País se ha fijado en nueve metadatos de Twitter para localizar a un usuario entre 10.000 con una fiabilidad del 97 % . Solo les ha sido necesario saber la fecha de creación de la cuenta, el número de tuits en favoritos, el número de seguidos, el número de siguiendo, si está activada o no la localización de los tuits, el número de listas públicas y la verificación o no del perfil.

Estamos acostumbrados a subir a las redes sociales mucho contenido. Sin darnos cuenta, estamos compartiendo características personales que deberían seguir siendo privadas. A través de una acumulación de datos en apariencia inofensivos se puede llegar a tener una visión global sobre quiénes somos, cuál es nuestro nivel sociocultural, nuestras aficiones, quiénes son nuestros amigos, nuestros horarios… En definitiva, conocernos mejor que nosotros mismos.

En el inicio del paper mencionado los investigadores señalan que, aunque los metadatos no son señalados como sensibles, se ha demostrado el problema que suponen ya que pueden llevar a la identificación de una persona por el contenido (y sus metadatos) de un mensaje. Recuerda a una de las máximas del marketing: “cuando algo es gratuito es que el producto eres tú”.

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